En nuestra experiencia como empresa de consultoría, hemos identificado condiciones que interfieren en la adecuada gestión de los riesgos corporativos, las cuales suelen ser comunes en muchas empresas sin importar su sector o tamaño.
En muchas ocasiones, estas condiciones están implícitas en su cultura corporativa y en el desarrollo diario del negocio, manteniéndolas en un circulo vicioso en el que sus equipos se enfocan en: solucionar problemas, perseguir objetivos de corto plazo y lograr resultados financieros como única finalidad del negocio.
A continuación, revisamos las tres condiciones que consideramos más relevantes, las cuales limitan la adecuada gestión de riesgos y buscamos dar un enfoque que permita transformarlas en: capacidad de anticipación de problemas, aporte consistente a la estrategia corporativa y búsqueda de resultados integrales y sostenibles.
1. Enfoque en el día a día del negocio: Es común escuchar ejecutivos diciendo “estamos apagando incendios” o “estoy solucionando chicharrones”. Estas expresiones se deben a una gestión reactiva propia del giro ordinario del negocio, que no permite revisar oportunamente escenarios que afectan el cumplimiento de sus objetivos, impidiendo la anticipación de efectos adversos y obligando a recurrir a maniobras de último minuto para mitigar los impactos negativos y que suelen tener un alto costo (dinero, personal, tiempo).
La valoración del desempeño de los ejecutivos no debe limitarse a la medición de su capacidad de reacción y solución de problemas para cumplir con tareas asignadas, como suele ser en muchas empresas. Para estimular la prevención de los riesgos, es importante también medir la capacidad de estos ejecutivos de anticiparse a estos y de generar eficiencias o mejoras a los resultados. Prevenir es más económico, en términos de tiempo, dinero y reprocesos, que reaccionar o corregir.
2. Dar prioridad a los resultados inmediatos: El afán por garantizar el cumplimiento de objetivos de corto plazo, lleva al equipo a enfocarse en los resultados del día a día, perdiendo de vista el impacto que su gestión puede tener en aspectos estratégicos de la empresa. Generalmente, muchas actividades diarias no están alineadas con el cumplimiento de objetivos estratégicos ni se relacionan con riesgos que pueden afectar al negocio, haciendo que se desarrollen sin tener clara su finalidad, lo que afecta la motivación del equipo y genera ineficiencias financieras y operativas.
La gestión de riesgos se basa en abordar la incertidumbre implícita en los resultados, sin embargo, no siempre se podrá evidenciar su resultado de manera tangible e inmediata en los estados financieros. Esta gestión busca prevenir la materialización de impactos adversos que pudieron o no ocurrir.
La manera más fácil, pero menos aconsejable, de evidenciar los resultados de la gestión de riesgos, es dejar de implementarla, permitiendo que se materializan efectos adversos sobre el cumplimiento de los objetivos. De esta manera se podrá cuantificar la necesidad de anticiparse ante condiciones negativas y establecer estrategias para su prevención. A medida que se desarrolla una gestión ordenada y sistemática, será posible consolidar información para demostrar los impactos positivos a nivel financiero, operativo, comercial, entre otros, que trae la gestión de riesgos al convertir las empresas en un negocio confiable.
3. Sesgo a incrementar ganancias y no a generar de valor: Las empresas se crean para generar ganancias a sus propietarios y/o inversionistas, mientras crecen de manera sostenible, aportando a la sociedad y generando una mayor utilidad. Por esta razón definen constantemente por parte de sus directivos, estrategias para maximizar su viabilidad a través de la revisión de variables financieras, comerciales e incluso operativas.
El crecimiento sostenible se basa en validar responsablemente la forma como cada nueva iniciativa se alinea con la estrategia corporativa, buscando generar valor y llevar a la empresa a un círculo virtuoso.
Las decisiones enfocadas a potencializar aquellos diferenciadores y otros aspectos que generan valor, enlazándolas con la misión, visión y objetivos de la empresa, dará un insumo claro para la toma de decisiones saludables, permitiendo la generación valor continua y de manera sostenible, incrementando los ingresos como un efecto colateral de un adecuado direccionamiento pensando en el largo plazo.
Muchas empresas definen la gestión de riesgos como una herramienta de trabajo que apoya el crecimiento sostenible. Es importante establecer estrategias para superar las barreras que se mencionaron anteriormente y lograr un enfoque basado en la prevención de riesgos, el cual permita trabajar en la anticipación de efectos adversos y la generación de valor, evitando una gestión reactiva basada en solucionar problemas todo el tiempo.
UNIDAD DE NEGOCIO - RISK MANAGEMENT
QADRICO RISK COMPLIANCE S.A.S.
Comments